Follando salvajemente en los lavavos

Es posible que más de uno se haya visto en tal situación como la de meterse en el baño de mujeres sin darse cuenta, incluso los habrá que se hayan metido con alguna intención que no sea la de satisfacer sus necesidades biológicas. Este último caso es el de la curtida y veterana Michelle. Ella ya lo hace por puro morbo, como reto personal, un hobbie con el que más de uno soñaríamos y que ella hace con toda la naturalidad del mundo. Agazapada y sigilosa como una bestia animal y salvaje en celo, sin oír si quiera el sonido de sus pasos mientras avanza y se deja llevar por el impulso de sus hormonas, se cuela en el lavabo de los hombres dispuesta a utilizar su pícara mirada, sus pequeñas pero empitonadas tetas, su hipnotizante tonteo mientras se arrima para terminar abalanzándose sobre su presa y devorarla como si no hubiera un mañana, saboreando hasta el último bocado de su festín.