sábado, 20 de octubre de 2012

Trabajando duro con la secretaria



Poco después de llegar al despacho la señorita Angelina, su secretaria, entró para repasar la agenda del día. Una vez leída Evan se dio cuenta de que, básicamente, no tenía nada que hacer. Fue en ese momento cuando la señorita Angelina le recordó que tenía pendiente realizar una evaluación de su trabajo. Evan no entendió muy bien a que se refería exactamente, pero ella no tardó mucho en refrescarle la memoria cuando se sentó sobre su mesa y se abrió de piernas. Ante tal panorama enseguida comprendió a qué se refería exactamente, a una pequeña auditoría interna, un repaso a fondo de sus capacidades. Oralmente magnífica, una garganta profunda rozando la excelencia y en cuanto a pasión, vicio y desenfreno, no podía darle más que un diez.

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