lunes, 22 de octubre de 2012

Una golfista ¡demasiado golfa!



Su agente le había prometido que sería un rodaje fácil, una horita de su tiempo para obtener un buen fajo de billetes, un simple anuncio para la televisión de un aceite contra el dolor para después de hacer deporte. Sin embargo, la cosa no estaba yendo bien, cada vez que hacían una toma el tipo que tenía que tirarle la botellita de aceite, acababa haciéndolo de pena. Leya harta acabó volviéndose loca y dejando el rodaje. Keiran el ayudante de producción, el encargado de tirarle el aceite fue a disculparse, pero nada parecía ser suficiente para Leya, hasta que éste le ofreció darle un masaje con el aceite para relajarla. Algo que parecío agradar a esta golfa que acabó por dejar a un lado el estrés cuando el descargó sobre su cara.

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