domingo, 24 de febrero de 2013

Dandole polla a la madre de mi amigo



La señora Sonay había vivido una noche intensa de sueños húmedos, así que decidió ponerse a leer unos relatos eróticos al despertar. En el momento más álgido y excitante de la lectura Danny, un amigo de su hijo que se había quedado a pasar la noche, irrumpió en la habitación pidiéndole permiso para hacerse el desayuno. Simone no sólo aceptó la petición del joven, sino que además le pidió traerle unas fresas con nata hasta la cama, mientras tanto aquella potente hembra aprovechó para quitarse las braguitas. Cuando Danny volvió con aquel afrodisíaco manjar, la señora Sonay tenía su ojete preparado para dar cabida a aquella empitonada tranca y poder vivir en sus propias carnes las fantasías que acababan de encender su voluptuoso cuerpo.

0 comentarios:

Publicar un comentario