viernes, 1 de febrero de 2013

Echando un polvo con la niñera



Lola Foxx acababa de llegar al vecindario, a la ciudad y ahora buscaba trabajo de babysitter. Se había pasado la mañana de puerta en puerta ofreciendo sus servicios hasta que llegó a casa de Manuel. Éste no tenía niños y, por tanto, no necesitaba nadie para cuidarlos. Al decírselo, Lola casi se puso a llorar, después de toda la mañana yendo de casa en casa nadie en el barrio se había interesado por ofrecerle trabajo, o no tenían niños o no necesitaban una babysitter. Manuel trató de animarla y acabó proponiéndole el trabajo de limpiar y arreglar un poco su casa. Al llegar del trabajo, Manuel se encontró a Lola en la piscina, había hecho todas las tareas, pero podía hacer alguna cosa más por él, cocinar, entretenerlo, entrenar un poco su entrepierna.... La relación parecía que iba a ser provechosa para ambos.

0 comentarios:

Publicar un comentario