Follando con el abogado

Cuando parecía que Jordan iba a poder gozar de la tranquilidad de quitarse en el sofá el estrés acumulado en su bufete, alguien tocó a la puerta con insistencia. Se trataba de Staci, una joven a la que tenía que defender al día siguiente en un juicio por estrellar el coche de su novio, la angustiada rubia era un cúmulo de histeria y de nervios. Pero Jordan tenía la fórmula perfecta para calmar a la inquieta Staci, bajo su bragueta guardaba una enorme tranca dispuesta a tranquilizarla y hacerla entrar en razón. Aquel polvo quedó visto para sentencia en el mismo instante que Staci divisó aquel tremendo pitón carnal y abrió sus piernas mostrando el camino más directo para poder calmarse y gemir gracias al método placentero de su abogado.