martes, 26 de febrero de 2013

Follando con la puta de mi jefa



La cadena de restaurantes que dirigía Romi iba viento en popa, tanto que estaba pensando en expandir su negocio a la Costa Este abriendo tres nuevos locales. Para todo ello quiso contar con la experiencia de su mejor empleado, Alan, siempre dispuesto a ponerse bajo las órdenes de su exuberante jefa. Pero las intenciones reales de la excitante Romi iban más allá, las vertiginosas curvas que se escondían bajo su blusa y su faldita estaban preparadas para ponérsela a su subordinado como un canto. Alan, además de aceptar el proyecto de su jefa, no pudo evitar sucumbir ante tanta lujuria y penetrar con fuerza y con rigidez, aquel coñito que solicitaba con insistencia una buena ración de placer y terminando por regar aquella lengua vivaracha con el mejor sustento lácteo.

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