Follando en el hotel con un extraño

Cuando las puertas del ascensor estaban a punto de cerrar, un grito proveniente de una espectacular mujer, obligó a Xander a evitarlo para dejarla pasar. El corto trayecto de aquel ascensor que le llevaba hasta la planta donde estaba hospedado, fue suficiente para cruzar unas miradas incitantes con Phoenix. Los dos, caprichos del destino, bajaron en la misma planta, pero aquella tremenda hembra ese día no quería dormir sola, invitando a Xander a deshacer la cama con ella. El interminable camino de aquel largo pasillo enmoquetado, sirvió para encender más aún la chispa que les hacía sentirse cada vez más excitados y llegar a la habitación ansiosos por echar un auténtico polvazo. Ninguno esperaba terminar así su día, pero el destino y el placer se aliaron para dejarnos un tórrida escena llena de morbo.