domingo, 3 de febrero de 2013

Husmeando en las braguitas de la madre de mi amigo y de paso me la follo



A Dane le correteaba por el cuerpo una sensación entre el morbo y la excitación provocada por la madre de su compañero, y que de alguna forma tenía que calmar. Armado de valor hasta los dientes y poseído por una gran dosis de osadía, no se le ocurrió otra cosa que colarse en la habitación de la señora St. Michaels y, mientras dormía, abrir su cajón de ropa interior y llevarse una de sus braguitas a la nariz para sentir su aroma. Lógicamente, Magdalene despertó y pilló a Dani en aquella situación tan vergonzosa con la consiguiente bronca y el enfado tremendo de la sorprendida mujer. Pero, tras unos minutos abochornando y humillando a Dane, no vió mala la idea de poder disfrutar de una buena polla fresca introduciéndose entre los labios de su coñito maduro y disfrutando de aquel ansia por follar del amigo de su hijo.

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