viernes, 8 de febrero de 2013

Una francesita con ganas de follar



Paris se enteró de una fiesta que habían organizado sus amigos de la universidad, una excusa perfecta para acabar con una aburrida tarde entre libros y despejarse un poco. Para entrar a la casa era necesario dar la contraseña, o lo que es lo mismo, enseñar su precioso y suculento par de tetas, ahora tenía la entrada asegurada. Aquella preciosa joven de acento afrancesado estaba dispuesta a perder su timidez de un plumazo, la enorme polla de Chris estaba preparada para echarle un cable. No hizo falta salir de la comodidad del sofá para disfrutar de una placentera fiesta privada en la que Parris y su excitante recital de gemidos le hicieron a Chris más fácil la exquisita tarea de colmar su rajita de lujuria.

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