Un trabajito de SEXO antes de cerrar la oficina

Tras un día agotador entre llamadas, papeleos e informes que rellenar, Laly decidió tomarse unos minutos de relax en la oficina cuando todo el mundo se había marchado. Pero cuando estaba pensando en lo bien que se lo iba a pasar con el dildo que acababa de sacar de su bolso, la tos inoportuna de un cliente estropeó sus calientes fantasías. Con el calentón que tenía encima, a Laly le vino de perlas la visita a última hora de aquel afortunado cliente, quien fue atendido de la mejor manera por aquella tremenda hembra. Un coñito perfectamente rasurado y dispuesto a cabalgar sobre aquella enhiesta polla que llegó justo a tiempo para colmar a Laly de placer y hacerla olvidarse por unos minutos de su consolador.