martes, 18 de junio de 2013

Enculada en la biblioteca por dinero



Invadido por el aburrimiento, cogí mi cámara y me fui directo a la biblioteca en busca de algo de acción. Tras un primer intento fallido, allí estaba ella, una rubita cuyas gafas le daban un toque de morbo añadido. Sin pensármelo dos veces me acerqué a Candy y le propuse sexo a cambio de un puñado de billetes. Aunque al principio se mostró algo tímida, acabó aceptando el dinero y entregándome su apretado y hambriento culito.

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