Primero nos miras y luego te follamos

La amistad entre Capri y Dillion no tenía límites, y cada vez que juntaban sus coñitos entre sábanas se hacía más fuerte aún. Pero todavía quisieron ir más allá, y Capri le pidió a su novio observar desde una silla cómo se divertía con su amiguita con sus jueguecitos lésbicos. Tyler aceptó, pero después de estar un buen rato mirando y con una tremenda erección, obtuvo su recompensa siendo invitado de lujo a formar parte de un brutal trío.