jueves, 13 de septiembre de 2012

Calentones caseros mientras se hace la colada



Las fantasías y fetiches sobre ropa interior son, tal vez, más propios de los hombres que de las mujeres. Lo de oler unas braguitas usadas parece algo más propio de un tío y, sin embargo, aquí vemos a Madison Scott, poniéndose como una moto al husmear los calzoncillos usados de Scott Nails que recogió del suelo mientras recogía la colada. Tal vez el recuerdo de la noche anterior hiciera que un deseo se desatase en el interior de su coñito, pero lo cierto es que Madison empezó a tocarse sobre el sofá como una gatita en celo, mientras husmeaba con placer sus calzoncillos. Scott llegó en el momento oportuno, cuando ella más echaba de menos su polla, que empezó a chupar con desesperación y placer para, luego, cabalgarla hasta reventar de gusto y que él hiciese lo mismo.

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