Noche de poker con la hija del jefe

Keiran llegó algo tarde a la partida de poker a la que le había invitado su jefe y, cuando llegó no pudo más que quedarse prendado ante las monumentales curvas de la hija de éste que fue quien le abrió la puerta. La partida transcurría tranquilamente, sólo interrumpida por las idas y venidas de la señorita Turnah respondiendo a las despóticas y caprichosas órdenes de su padre. Todo ello hasta que Keiran recibió una llamada, podía ser del trabajo, y se levantó de la mesa para responder. La llamada sin embargo era de tono más personal, había sido la propia hijita del jefe, la que lo había llamado para sacarlo de la partida y meterlo en su habitación, para ofrecerle un festín carnal que él aprovechó de lo lindo hasta quedarse a gusto sobre la carita de Paige.