Placentera discusion con la novia de su padre

Alanah entró imponente y autoritaria en la habitación de Johnny, diciéndole que su padre le había dejado a su cargo y que era el momento de ponerse a hacer las tareas propias del hogar. Johnny sólo pudo soltar una carcajada ante tal comentario, ya que él jamás movió un dedo en casa y no lo iba a hacer ahora. Después de una acalorada discusión, Johnny le dijo a la señorita Rae que su padre siempre la dejaba salirse con la suya por el impresionante par de tetas que tenía. A Alanah le sentó mal semejante comentario, y en un espontáneo forcejeo, su camiseta se rompió dejando sus tetas al descubierto. Una cosa llevó a la otra y, cuando quisieron darse cuenta, estaban echando un polvo salvaje, en el que ambos descargaron su rabia gozando de placer.