Una madurita follando bajo la espuma

Perfectamente envuelta en un conjunto de lencería capaz de quitar el hipo a cualquiera, Francesca se preparaba para tomar uno de sus relajantes baños diarios. Con la sensualidad que le caracteriza, lenta y pausadamente se despojó de las dos finas prendas para sumergir su voluptuoso y carnal cuerpo bajo la espuma. No sería el único remojón del que iba a disfrutar esa mañana, ya que Johnny vino dispuesto y con su lanza preparada para darle un lascivo y concupiscente baño de sexo. Sobre el jacuzzi y empotrada contra el espejo, recibió una y otra vez poderosas arremetidas sobre su ano, dándose de esa forma un tercer y último baño de leche facial.