Follando salvajemente la boca de mi mujer

Hablando con un viejo barman, Johnny se enteró de que ese mismo día se celebraba el día de la felación. Lo único que tenía que hacer era acondicionar su miembro viril, invitar a su esposa a una refrescante ducha y disfrutar de una larga jornada con su polla metida en la boca de su mujer. Sarah tenía mucha experiencia como felatriz, y después de unas cuantas mamadas, decidió poner la guinda al día follándose a Johnny en la cocina.