Castigando a la alumna con una follada por llevar demasiado escote

Samantha era una buena estudiante, sacaba buenas notas, su comportamiento era ejemplar y trabajaba duro, pero tenía un problema: vestía como una putita. Al parecer su tremendo y abultado escote distraía al resto de sus compañeros, y su profesor, el señor Gunn, no estaba dispuesto a aguantarlo. En mitad de clase decidió echarle una reprimenda por su vestuario y llevársela detrás de una estantería, donde la avispada alumna encontró el modo perfecto de tener al señor Gunn contento el resto del curso. Esas monumentales tetas eran capaces de convencer a cualquiera, y aquel profesor, a cambio de gozar de su tacto, relamer esos pezones atravesados por dos piercings y echarle un polvo de órdago, era capaz de dejarla vestir como quisiera durante todo el año.