lunes, 18 de marzo de 2013

Refrescando con un polvo la memoria de la novia de papa



Lily Carter tenía que convivir a diario con la impertinencias, la arrogancia y el egoísmo de Bill, el hijo de su novio, aunque ella era una chica que no se dejaba impresionar fácilmente. Para colmo, Bill sacó del baúl de los recuerdos un viejo y caliente encuentro que tuvieron hace tres años en una tórrida fiesta, pero Lily no recordaba nada. Para refrescar la memoria de aquella preciosa y esbelta morena, Bill no tuvo más remedio que lamer su coñito como en aquella ocasión, pero eso no fue todo, su apretado ojete también recordó las embestidas de aquella dura polla que atravesaban sus nalgas profundizando hasta lo más hondo de su culo. Un buen pretexto para gozar del cuerpo de Lily...¿o quizá Bill se marcó un farol para colmar de placer ese pandero?

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