Celebrando la venta follandome a una putita de lujo

El viaje de negocios había salido a pedir de boca, había cerrado un importante y provechoso acuerdo de ventas que iba a reportar a la compañía grandes beneficios. Era hora de celebrarlo y qué mejor para ello que una noche de lujuria con una de sus pornostars favoritas, una chica nueva y fresca, Teal Conrad; después de todo bien se lo había canado. Había conseguido contactar con ella y pactar un precio por una hora de su compañía, de su sexo, ese que mostraba en sus escenas. Cuando llegó a su suite, hablaron un poco, pactaron lo que él quería, una pequeña película porno en la que Teal saciaría sus fantasías sobre la cama del hotel.